El tratamiento consiste en realizar una dieta adecuada, aumentar la actividad física, eliminar otros factores de riesgo cardiovascular (obesidad, tabaquismo), y en muchas ocasiones utilizar un tratamiento farmacológico.
Las siguientes recomendaciones dietéticas le pueden ayudar:
• Mantenga una dieta variada, con abundancia de cereales, verduras y frutas.
• Reduzca el sobrepeso con una dieta baja en calorías.
• Disminuya el consumo de carnes rojas, huevos (máximo 2 ó 3 por semana), leche entera y derivados (helados, nata, mantequilla, yogures enteros, quesos grasos…).
• Consuma preferentemente aceite de oliva y evite los aceites de coco y palma, presentes frecuentemente en productos de bollería, fritos y precocinados.
• Introduzca en su dieta frecuentemente los pescados blancos y en especial los azules (sardina, trucha, atún, caballa, salmón,…).
• Es aconsejable el consumo de nueces, pasas, pipas de girasol sin sal.
• Está desaconsejado el consumo de frituras (pescado, patatas..), así como embutidos, bollería industrial y bebidas azucaradas.
• Evite el consumo de alcohol.
• No fume.
• Haga ejercicio físico de forma regular.
Cocinado: cocine con poco aceite (oliva, girasol o maíz). Evite en lo posible los fritos y guisos. Preferible a la plancha o a la brasa. Retire la grasa visible de la carne antes de cocinarla.
Frecuencia recomendada de carnes y aves: carnes rojas, dos días por semana; pollo, pavo sin piel o conejo, dos o tres días por semana. Cantidad recomendada: una sola vez al día, no más de 200 gramos.
Condimentos: utilice todo tipo de condimentos. Sal con moderación.
Alcohol: es aceptable en los adultos hasta 2 vasitos de vino al día. Es desaconsejable en pacientes con sobrepeso, mujeres embarazadas y pacientes con hipertrigliceridemia.
(Fuente: Fisterra Atención Primaria en la Red)