Fin de año Con Tinta de Médico


Es tiempo de balance. Este 2015 llega a su fin. Las historias Con Tinta de Médico han impregnado de humanidad muchas de mis noches en urgencias.

En algunas ocasiones fueron capaces de sacar lágrimas, en otras alegrías y en más de una, ampollas entre los que se dieron por aludidos. Y es que para algunos es difícil comprender que no siempre los que están al otro lado son los protagonistas. Pero lo más importante fue que no pasaron desapercibidas.

Este 2015 fue un gran año para las historias Con Tinta de Médico.

Tuve que desvirtualizarme en televisión, primero en una íntima entrevista y luego en un reportaje subido en la ambulancia, allí donde nacen las historias. Así, los telespectadores pudieron ver cómo las letras son capaces de derribar fronteras entre profesionales y pacientes, y que realmente existe una verdadera necesidad de impregnar de humanidad nuestra desconocida asistencia.

También tuve el privilegio de ser invitado a escribir el editorial del último número del 2015 de la prestigiosa revista de medicina de familia AMF. Para una profesional independiente como yo es todo un mérito, ya que no trabajo bajo el amparo de ningún grupo o sociedad. Todavía recuerdo cuando hace unos años conocí esa revista de la mano de mi excelente tutor del MIR de Familia, Paco del C.S. de La Ñora. Quien me iba a decir, que unos años más tarde, podría leer el último editorial del año, firmado por mi. Y siguiendo con esta línea, he de afirmar que también fue una grata sorpresa, tener que dirigir el curso de iniciación a las urgencias extrahospitalarias para los residentes de medicina de familia de Murcia, consiguiendo pintar de humanidad mi ponencia. Para mí que en ocasiones he sido de los que firmaban la hoja de asistencia y se escapaba de los aburridos cursos durante la residencia, ha sido todo un reto que ha cosechado muy buenas críticas. Y es que hacer lo que nos gusta, nos abre caminos que ni imaginamos.

Y es que este 2015 ha sido un gran año para este blog.

Gracias a vosotros tuve post que se leyeron por 40.000 personas en menos de 5 días, conocí gente con inquietudes similares a las mías y que están logrando cosas importantes en esto de la humanización de la sanidad, como mi amigo 2.0 Gabi Heras de Humanizando los Cuidados Intensivos, que ha sido capaz de dar visibilidad a lo invisible.

En estos dos años he consolidado Con Tinta de Médico en la redes sociales. Este 2016 es hora de dar el paso definitivo al papel, y aceptar nuevas propuestas para dar visibilidad a las humanizadas historias Con Tinta de Médico.

Llegamos al universo 2.0 , y llegamos para quedarnos.

Feliz 2016, y recuerda que como dijo Eleanor Roosevelt  «el futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños».

J.M. Salas – Con Tinta de Médico

[Sígueme en la nueva web www.contintademedico.com , Diario de un Médico de Urgencias adicto a la noche].

 

La noche en la que todos perdimos.

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La interminable guardia llegó a su fin.

Él cargó unas horas más de insomnio a su cuenta. Y marchó cansado a su casa.

Esa guardia fue una más de las que tuvo que hacer para cumplir su aumentada jornada laboral. Tuvo que improvisar tratamientos para paliar el déficit de medicamentos, tuvo que tirar de su maletín personal para calmar el dolor de pacientes con una morfina que incompresiblemente todavía no se la proporciona la farmacia de su hospital de referencia. Pero como bien sabe, con la salud no se juega, y eso lo sabe él y muchísimos profesionales que han puesto más de lo que se les pedía durante estos duros años en España, para salvar un maltratado sistema sanitario.

Y es que hemos vivido una temporada de recortes, de perdidas de derechos, de escándalos de corrupción, de paralización de carreras, y en los que a pesar de todo, seguimos teniendo una sensación de que siempre nos apretamos el cinturón los mismos, y que desde arriba solo se hacen llamativos cambios de fichas que finalmente realizan un mismo juego.

Esa noche en su casa, colgó el fonendo, y como muchos españoles se sentó delante de la televisión para ver el llamado debate decisivo, donde esperaba ver y escuchar lo que los principales candidatos a la presidencia tenían que proponer. Estaba ilusionado, porque quería y necesitaba escuchar alguna propuesta sobre nuestro debilitado sistema sanitario, unas palabras a las que agarrarse en esas interminables guardias, donde como muchos profesionales daba más de lo que se le pedía.

Lamentablemente, ningún candidato mencionó ni por error alguna palabra o propuesta dirigida a la sanidad española.

Esa noche se fue a la cama ninguneado. Le dio la sensación de que los políticos ignoraron algo tan importante como la salud, y despreciaron todo el esfuerzo que profesionales y pacientes habían tenido que hacer durante estos 4 largos años.

La sanidad española perdió en aquel debate, y el silencio de muchos desilusionó a un colectivo que sufre cada día los recortes del sistema.

La almohada le regaló una dosis de insomnio, le tocó escribir y buscar la ilusión en otra original historia Con Tinta de Médico.

J.M. Salas – Con Tinta de Médico

 

Yo también soy R1

Foto editada de ABC.es

 

Últimamente las originales historias Con Tinta de Médico, tienen un tinte autobiográfico, porque hay realidades que superan mi imaginación. Pero en esta ocasión no os regalo una simple historia sino todo un alegato a favor de los médicos residentes de primer año, porque son uno de los principales motores de nuestro sistema de salud y en ocasiones no valoramos lo suficiente la incertidumbre de sus inicios.
Y es que #yotambiénsoyR1.
Y lo soy porque creo que todos los días podemos aprender algo de la medicina.
Porque sigo teniendo fe que se puede cambiar este sistema.
Porque rechazo que algo que esté mal, debamos repetirlo por el simple argumento de que «aquí siempre lo hemos hecho así».
Porque también tengo miedos, inquietudes e incertidumbres.
Porque no comparto que algunos tutores sean invisibles durante las guardias y que los años de aprendizaje sean concebidos como simple mano de obra barata.
Porque creo en el derecho a preguntar, a cuestionar y a que me respondan con educación y respeto.
Porque pienso que la medicina es un trabajo en equipo y que todos somos iguales pero con diferentes responsabilidades.
Yo también soy R1 porque necesito una formación adaptada y organizada para cubrir mis necesidades y no solo para rellenar programas o satisfacer anhelos.
Yo también soy R1 porque no me considero más que nadie ni menos que ninguno.
Yo también soy R1 porque con ese número aprendí a admirar a los enfermeros y con el paso de las «erres» y los años no olvidé como me ayudaron en mis comienzos.
Yo también soy R1 porque como siempre digo, la medicina se práctica desde el suelo, con los pies en la tierra y cerca de los pacientes.
Yo también soy R1, y no quiero olvidar que un día fui R1.
Respetemos a nuestros residentes, respetemos nuestra historia.
#YotambiénsoyR1

J.M. Salas – Con Tinta de Médico