Letras para un incomprendido post

lluvia

Las palabras que dibujan cada uno de los post de este blog me pertenecen, las interpretaciones no.
Desde hace unos meses escribo en este blog historias y opiniones que giran en torno a diferentes temas del mundo sanitario, tanto de atención primaria como de urgencias, siempre intento impregnarle de un punto de vista humanista con mi sello de tinta de médico. A veces se consigue mejor y otras peor, pero la intención sigue siendo la misma, provocar una reflexión y movilizar conciencias con el objetivo de mejorar nuestro sistema sanitario del que todos formamos parte.
Las historias que cuento, algunas mezclas de realidad y ficción, no van dirigidas personalmente a nadie, para eso existen otras vías.
En el último post que publiqué (Pies de plomo, corazón de hierro) por cierto uno de los más light que he escrito, hubo profesionales que tal vez se pudieron sentir ofendidos con el contenido del mismo e indirectamente me lo han comunicado, no fue esa nunca la intención y si así lo interpretaron, les pido disculpas.
Soy médico de familia, y estudié esta especialidad porque era la que me gustaba. Mi vocación es la atención primaria y particularmente en mi caso, siempre he tenido predilección por los colectivos desfavorecidos, priorizando a los pacientes más vulnerables.
En el momento en el que nos encontramos, tanto a título personal como en el panorama nacional o internacional, la trascendencia de un post es la que los lectores deciden, y como las interpretaciones son muy subjetivas, siempre dejo una puerta abierta al dialogo y la participación, no son post anónimos, y es muy sencillo comunicarse directamente conmigo.
No es mi intención ser el motor de particulares cruzadas ni ser el protagonista de ningún aquelarre.
De cualquier manera, de aquí en adelante intentaré obviar algunos detalles no relevantes de los post para no dar pie a malas interpretaciones, que lo único que provocarían es perjudicar a terceras personas y dar mayor protagonismo a algunos personajes por encima del objetivo de la historia.

Yo no tiro piedras sobre el tejado de nadie, simplemente describo las que hay.

JM Salas