Saliente de guardia, una visión de un médico de urgencias

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Saliente de guardia la vida se ve de otro color.

Sientes hasta el último de tus huesos y no pierdes tiempo en plantearte muchas dudas existenciales. En ocasiones, solo te ronda por un instante ese «cuando colgaré las dichosas botas».

Tu cara está diferente, no hay filtro de Instagram que te saqué con buen color, y seguro, que hoy no es el día perfecto para hacer una sesión de fotos.

Esa mañana devoras todo lo que se te pone por delante, no importa que sea dulce o salado. Tras 24 horas de guardia el hambre no es caprichoso, no distingue de sabores, ni de calorías.

Pero ¡que grande es Juan Valdés!, habría que ponerle un monumento. Mi matutino café es uno de esos placeres a los que no estoy dispuesto a renunciar en un saliente, es mi pócima secreta. Aquella que suelo acompañar con la inseparable Congui, una juguetona schnauzer que no me da tregua, y a la que no puedo reprochar que desconozca mi planning de guardias.

Los que trabajamos en urgencias, siempre nos llevamos alguna de las historias a casa. En ocasiones por la dureza, otras por la identificación con los pacientes, y algunas por la incertidumbre de un final incierto.

Si tus obligaciones te lo permiten, desearás terminar el desayuno para darte una interminable ducha caliente y poder fundirte un rato entre las sábanas (repito, si tus obligaciones te lo permiten).

Y es que el momento cama, es uno de los mayores placeres de un saliente de guardia y más si tienes la fortuna de caer junto a aquella piel que amas.

Tu cama, tu pequeño paraíso, tu auténtico refugio. No te va a importar que tenga un somier de muelles o un colchón de látex y menos si la habitación no está orientada según las recomendaciones del maldito feng shui. Tan pronto reposes tu cabeza sobre cualquier objeto medianamente blando, caerás en un sueño profundo, con un Glasgow menor de 8 y en un estado semicomatoso.

Y ese día será diferente, durante el saliente de guardia tu ciclo circadiano se volverá loco y aunque duermas, no te escaparás de tener sueño durante el día y un incómodo insomnio por la noche.

Da igual que seas un adjunto, un residente o que ocupes el escalón más bajo de la cadena alimentaria, las guardias son siempre guardias y las horas de sueño nunca se recuperan.

Es de bienvenido ser agradecido, y por eso solo puedo añadir un «gracias» para todos aquellos compañeros que con vuestro trabajo garantizáis la seguridad y salud de los nuestros.

Otro saliente con insomnio, otro post Con Tinta de Médico.

J.M. Salas – Con Tinta de Médico

[Sígueme en la nueva web www.contintademedico.com , Diario de un Médico de Urgencias adicto a la noche].

15 comentarios el “Saliente de guardia, una visión de un médico de urgencias

  1. Guardias que cuando finalizan siente un trabajo bien hecho o pregunta una y otra vez que se podia hacer mas. cada una es una historia que hacemos nuestra y el cafe de salir puede ser con sonrisa o con un porque. Me gusta mi trabajo, me gusta ayudar, ahora en este momento no puedo hacerlo, es un mal momento por mi. Extraño las guardias, los turnos, extraño la cirugia. Descansa de tu guardia que lo has ganado. Saludos. Bye.

  2. Bien dicho ..tengo que añadir que por desgracia no siempre ni todos consiguen algo tan básico como descansar tras la guardia …» No hay quien vea mis camas » » tengo las consultas llenas » ..abusan de nuestra preocupación por los enfermos y pagamos la desorganización y carencia de recursos humanos

  3. Las guardias de 24 horas no deberían existir, y menos las de especializada, como las mías, de ginecóloga. Son horas que no computan como horas trabajadas, hago guardias de 24 horas cada 5-6 días. Y me tendré que jubilar, si llego viva, como cualquier funcionario, a los 67 años, mínimo…y como sabréis solo libramos el saliente. Ni están bien pagadas, ni son voluntarias, ni cuentan para la jubilación. No sé dónde está el gusto de hacerlas….

  4. Excelente relato de una gran realidad.Es duro el servicio de urgenciaspara los profesionales,pero son eso Autènticos Profesionales.Un gran reconocimiento y gran respetox su labor para todos @s

  5. Ese trabajo no estará pagado nunca, «se gane lo que se gane». Teneis el cielo ganado y el agradecimiento de muchos pacientes y de sus familiares. Gracias a todos los que os dedicais a este trabajo tan bonito, que es el de curar y cuidar de la gente…

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